



Por César M. Ciappa.
Fuente: Foro de la Cadena Agroindustrial Argentina.
Disponible en: http://www.foroagroindustrial.org.ar/home.php
El jueves 19 de noviembre se realizó la segunda parte de la reunión conjunta de las comisiones de Agricultura y Ganadería, Presupuesto y Hacienda y Comercio para tratar el texto consensuado de la ley marco de la actividad lechera.
El Diputado Alberto Cantero (FPV-PJ - Córdoba) explicó que en la última reunión del mes de agosto se había decidido pasar a un cuarto intermedio para que se pudiera trabajar con mayor profundidad en este proyecto. Durante estos casi tres meses de reuniones, instituciones y organizaciones que trabajan a lo largo de la cadena láctea (encargadas de la comercialización, la producción primaria, etc.) fueron contactadas para que dieran su opinión sobre la temática. Según explicó el presidente de la comisión, se incluyeron varias sugerencias para alcanzar un consenso.
El Diputado Pedro Morini (UCR - Santa Fe) explicó que se llevaron a cabo 16 reuniones con distintos actores de toda la cadena láctea y que si bien este proyecto pretende reflejar la mayor cantidad de necesidades del sector no deja de haber sectores que pueden estar en desacuerdo.
El texto del proyecto plantea dos etapas:
1) La primera etapa de fomento por parte del Estado con un aporte de 50 millones de pesos para el desarrollo de pequeños tambos, el comercio y la difusión (entre otros) del sector lechero.
Ayer, miércoles 28 de octubre, en el edificio del Anexo de las Cámaras de Diputados y Senadores de la Nación se llevó a cabo la primera reunión de “Debate para un Consenso Agroindustrial”. El encuentro contó con la asistencia de nueve asesores de diversos legisladores nacionales de ambas cámaras. La mayoría de los bloques fueron invitados a participar para lograr un equilibrio entre las fuerzas políticas. Siendo un primer acercamiento al complejo debate que supone el diseño de una política de Estado, en la reunión se debatió el contenido del Documento “Consenso Agroindustrial” en sus lineamientos generales, el cual contó con gran apoyo de todos los participantes.
Los caminos de las provincias agropecuarias son una eterna llanura peinada por sembrados, tranqueras, postes, y el horizonte siempre presente. Cada tanto, se alza algún objeto voluminoso, como una casa, parrillas o cilindros de los elevadores de granos. Y los carteles publicitarios, con un mensaje también uniforme: fertilizantes, cereales, centros de recuperación equina, cosechadoras, molinos, acopio. Por el kilómetro 200 de la ruta 8, en Pergamino, se siente la realidad que los avisos anticipaban: "Los pueblos del interior laten al ritmo de la actividad agropecuaria", clarifica el productor Carlos Deniau.
Unos cuantos más, que no tienen las manos curtidas por la tierra, refuerzan la idea en este páramo: "Si al chacarero le va bien, nos va bien a todos", dice Eddo Pascot, de la Cámara de Comercio de Pergamino. Y el camionero Pedro Avilés levanta la mano: "Estamos atados al campo".
Por eso, son muchas las instituciones de sectores sin una vinculación directa con el agro que adhirieren al concepto y al proyecto Consenso Agroindustrial.
Camioneros, comerciantes, sindicalistas, industriales y textiles, también van a las rutas y crean espacios informales de manifestación en diferentes lugares. Y apoyan la iniciativa de la Fundación Directorio Legislativo y la Mesa de Diálogo Argentino para intentar, de una vez por todas, que la fuerza de muchos y variados sectores logre impulsar un documento de acuerdos básicos que sea debatido por los legisladores nacionales.
En cada rincón de Santa Fe, Córdoba, Buenos Aires, Entre Ríos y La Pampa, el panorama es el mismo: el quiosquero vende menos, el mozo recibe menos propina, los comedores tienen muchas mesas vacías, cuesta más enviar a los hijos a estudiar a las ciudades y, como el clima seco, la falta de expectativas saca ganas de poner manos a la obra.
Ante la evidencia de que las tranqueras no separan mundos, y la necesidad de que la cosa mejore, la Unión Industrial de Santa Fe, la Federación de Centros Comerciales de las provincias de Santa Fe y de Córdoba, universidades, la Cámara Empresaria del Transporte Automotor de Entre Ríos, entre otras, también reclaman una solución para el agro.
Porque en estos puntos del país, como en los demás personas que viven de la cadena agroindustrial, el problema del campo es el problema de todos.
Finalmente esta tarde volvieron a aparecer los datos sobre exportaciones de granos y derivados desagregados por empresas (que pueden verse aquí).
Luego de una nota publicada hoy por Infocampo, que alertaba que el indicador en cuestión había sido dado de baja de la página Web de la Secretaría de Agricultura (Sagpya), fuentes de dicho organismo se comunicaron con este medio para informar que la desaparición de las estadísticas había ocurrido por un “error técnico” en el sistema informático.
Una vez detectado el "error", se resolvió el inconveniente y la página de acceso a los datos ya se encuentra disponible en la página Web de la Sagpya. Aunque por el momento no es posible acceder a los mismos, dado que, al intentar descargar la información en cuestión, sólo se obtiene un mensaje que dice "the page cannot be found" (habrá que tener algo de paciencia).
A partir de esa información (cuando esté plenamente disponible, claro) será posible saber con certeza si el comercio exterior de maíz experimentará una mayor concentración a partir de la política intervencionista del gobierno nacional, tal como lo advirtió el presidente de Sociedad Rural, Hugo Biolcati.
Fuente: Infocampo
Actualidad, Politica Agropecuaria
Consenso Agroindustrial
El documento “Consenso Agroindustrial” surgió por iniciativa de la Fundación Directorio Legislativo. La misma es una organización sin fines de lucro que desde 1999 trabaja para generar, difundir y analizar información legislativa de interés público, fomentando la transparencia y la responsabilidad institucional.
El Consenso Agroindustrial suma apoyos
El Consenso Agroindustrial tiene el apoyo, hasta la fecha, de más de 450 entidades de la cadena del agro y de la sociedad civil. La iniciativa impulsa la construcción de consensos básicos, orientados a sentar las bases para un debate abierto, profundo y público sobre las políticas agropecuarias necesarias para el país en el mediano y largo plazo.